Vivir momentos no vividos

Nuestros abuelos nos contaban que al comenzar el II milenio del nacimiento de la Iglesia, se vivió uno de los acontecimientos de mayor envergadura en nuestra querida villa. Nada de lo vivido anteriormente superaba este acto, como era la Coronación Canónica de Santa María del Águila, proclamándola su pueblo y la Santa Iglesia como Reina, Madre, Patrona y Alcaldesa de Alcalá de Guadaíra. Nosotros, al ser muy pequeños o incluso no haber nacido, no pudimos estar presentes en tan esperado acto. Aun así no sentimos pena de no haberlo vivido, ya que este pueblo que tanto quiere a su Virgen supo trasladarlo a los más jóvenes, siendo la mejor de las herencias que nos legaron nuestras abuelas. Y todos esos momentos pasados o no vividos siempre permanecerán en nosotros y en nuestros recuerdos más íntimos. Personalmente, recuerdo cómo me narraban los que vivieron dicha Coronación que el boceto de la corona en relieve estuvo en nuestra casa de Conil o cómo mis dos abuelas donaron oro para la misma. Además, mi abuelo me contaba como ayudó en el diseño de la estructura del altar del solemne acto e hizo los planos del columbario. Así mismo, mi padre siempre me expresaba con gran entusiasmo que en aquella reunión de capataces en la Sala Capitular le tocó llevarla en la calle José Lafita con la cuadrilla de los jóvenes salesianos. Y de la misma forma, cuando nos reunimos el Grupo Joven, nos contamos las historias y vivencias de nuestras familias alrededor de dicha Coronación, resumidas todas en el amor y el fervor que
guardamos por Ella. Aunque lo más importante que nos transmitieron fueron sus sentimientos del porqué tenía que estar dicha advocación coronada. Una corona con el oro de alhajas, sarsillos, cadenas y anillos de la mejor filigrana que donó Alcalá para esa joya, que abarca las penas, las alegrías, las lagrimas desbordadas y el corazón de su pueblo que la quiere con todo alma. Coronada por la historia y sus más de siete siglos de alabanzas. Coronada por las palabras del Sr. Vicario general Arzobispal Hispalense: «¿Si no se corona a la Stma. Virgen del Águila, cuya devoción me consta, es popular y auténtica, a quien se iba coronar?» Coronada por sus 8000 adhesiones que afirmaban el poder de su presea. Coronada por la acción social, que fue y es tan importante para todos los que necesitan a Jesús por María. Por esto y por más se ha vuelto arrodillar la Iglesia ante la Virgen del Águila y ya espera el Santo Rey Fernando que la nombró por Patrona, el Cardenal Carlos Amigo Vallejo y todos los que están en el cielo volver a celebrar dicha efeméride que es referencia e identidad en la historia religiosa y cultural de nuestro pueblo, uniendo a generaciones que la vivieron o están por vivir.
Jóvenes de todas las parroquias que no vivimos este encuentro, pueblo de Alcalá y todos los Alcores, Santa María nos ofrece otra vez la corona que se reservó hace 25 años para su coronación para volvérsela a poner el 14 de junio sobre sus sienes, haciendo de lo efímero lo eterno, porque por esta corona todos anunciamos nuestra fe y todos la proclamamos como la madre predilecta que bendice a su querida tierra panadera.

ENRIQUE HERRERA GÓMEZ

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