Ntro. Padre Jesús del Soberano Poder

Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder, María Santísima de la Caridad y San Mateo Evangelista.


La imagen de nuestro titular fue bendecida el 19 de marzo de 2005, Sábado de Pasión. Es obra de D. Juan Manuel Miñarro López y presenta una altura de 1,79 m.

En todo el conjunto de la talla, en la expresión de su rostro y en los detalles más destacados de su figura, este Cristo de Juan Manuel Miñarro López parece sintetizar magistralmente las dos aspectos que definen la figura de Jesús: su condición como Hijo de Dios (el ser divino) y la persona de carne y hueso (el ser humano). En toda su imagen se manifiesta continuamente la dialéctica entre un hombre que se sabe todopoderoso y un Dios que se siente como hombre.

En toda ella, desde el pelo hasta la planta de los pies, se produce una transición que une ambas dimensiones en un mismo cuerpo. El giro que experimenta su tronco, adelantando la pierna derecha, está respondiendo a la debilidad de un hombre que se ve castigado, maltratado por los que le rodean, y él necesita apoyarse con esa pierna derecha para no perder el equilibrio tras ser empujado o recibir un golpe en la espalda. Sin embargo, Jesús se enfrenta y planta cara al tribunal, girando la cabeza a quienes lo interrogan. No obstante, su condición sobrenatural no puede superar el dolor psicológico de una persona que inclina la cabeza para refugiarse en sí mismo. Esta mansedumbre del ser humano también carga sobre sus hombros y sobre un cuello que se vuelve lánguido.

Sus manos atadas, que recaen hacia el lado contrario de su mirada, hacia su derecha, son atadas y dolidas por la soga que las envuelve y aprieta, pero el espíritu de un Dios emana de ellas, ofreciéndoles una tensión que perfila vigorosamente sus arterias y que pareciera que su espíritu interno pudiera romperlas y liberarse.

Todo ese hombre que es empujado, que se humilla, que padece, y todo ese Dios que se enfrenta, que se sobrepone, aparecen de nuevo en la expresión de su portentosa cabeza y de su rostro. De nuevo, sutilmente, se produce esa maravillosa transición entre ambos aspectos, la actitud según dos respuestas: afirmarse y vivir muriendo o negarse y morir viviendo.

Las cejas no se alinean suavemente como aguas mansas, sino que se contraen y se pliegan configurando un marco de severidad y profundidad a su mirada. Es como si la pregunta de Caifás la interiorizase y la respondiese con una mirada que transmite la fuerza espiritual del hombre más poderoso. Sin embargo, si descendemos por el perfil prominente de su nariz, la severidad da paso a la dulzura de unos labios propios de una persona indefensa, cuya firmeza, eso sí, vuelve a reencontrarse en el contorno de su barbilla y en las valientes palabras que está a punto de pronunciar.

Según el escultor , si nos detenemos en la expresión que nace desde su mirada, parece que nos estuviese riñendo, que resulta muy serio y temperamental…pero quien se detenga ante él no observará un talante agresivo sino todo lo contrario, sólo hace falta reconocer el Dios que sale por su mirada y acercarnos un poco a su boca para oir en su aliento las palabras más grandes que pronunció su persona. En esta imagen no se puede dudar que ÉL es el que es…

 

María de la CARIDAD, una de las tres virtudes teologales junto a FE y ESPERANZA. Dicha virtud teologal que da nombre a nuestra titular es la que permite que amemos a Dios sobretodas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Por lo tanto podemos decir sin lugar a equivocarnos que CARIDAD es AMOR. (Dios es amor- Deus charitas est)

Menciona San Agustín que la culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin y para conseguirlo, corremos, hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos (S. Agustín, ep.Jo. 10, 4).

La caridad se hace humana cuando Jesús da su mandamiento nuevo a los apóstoles y discípulos: Ámense unos a otros como yo los he amado (Jn 15, 12).

San Pablo habla del amor de Dios y nos deja ver cómo es la caridad, «La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta» (1 Co 13, 4-8). Y termina, «la caridad no dejará de existir».

La caridad es la virtud teologal más importante, y es superior a cualquier otra virtud. (1 Co 13,13).

María por tanto es AMOR, no en vano es la Madre del AMOR, de Jesucristo,

la tahonera del pan divino y el primer sagrario del mundo.

María es PUREZA y SENCILLEZ,

Ella es MEDIADORA y PROTECTORA,

la HUMILDAD personificada.

DOLOROSA de nuestras aflicciones,

Y ante todo MADRE universal…..

Madres de Pablo VI, de calles angostas y casas muy pegaditas, donde el problema del vecino también es propio, madres de sillita en la puerta al fresquito de las noches de verano, sabor a trato antiguo en casas de vecino, azahar en las entradas de las casas, noches de calvario alumbrando al Nazareno tras su portentosa zancada, madres almacenistas con sus latitas de cisco, y visitas muy tempranito a la Patrona llegado el día de la Asunción….las madres de Alcalá…..

Una Virgen que será bendecida (D.m) el próximo 11 de mayo en el corazón de Pablo VI, la plaza 1º de mayo. Esto es, grosso modo, lo que la Hermandad del Soberano Poder a pretendido representar en su dolorosa.

Una MADRE que trae consigo una carga de responsabilidad enorme, y mas en los tiempos que corren, su advocación es CARIDAD, significa AMOR, AMOR A LOS DEMAS y es lo que Ella nos pedirá cuando nos pongamos en su presencia………

Titular de nuestra Parroquia y a su vez titular también de nuestra Hermandad.

Imagen adquirida por nuestro director espiritual D. José Carrasco Campanario, bendecida el 21 de Septiembre, día de su onomástica, del 2011.

San Mateo es uno de los doce apostoles de Jesucristo y el autor del primer Evangelio.

Nació en Cafarnaum y cuando Jesús lo llamó ejercía el oficio de recaudador de impuestos. Escribió el Evangelio en lengua Aramea y según la tradición predicó en Oriente.