Entrevista al Exaltador del Miercoles Santo en el Soberano Jose Carlos Arriaza
Hola José Carlos, ¿qué tal te encuentras?
Buenos días, muy bien. Gracias por preguntar.
¿Cómo acogiste el nombramiento para ser Exaltador el Miércoles Santo en el Soberano Poder?
La verdad, con mucha sorpresa. Lo último que esperaba del Hermano Mayor y de la Teniente Hermano Mayor es que quedaran conmigo para la propuesta, los conozco desde que era un chaval y me esperaba cualquier cosa relacionada con la Hermandad… pero Exaltador del Miércoles Santo del Barrio de Pablo VI no. Y más, sabiendo que hay hermanos con cualidades para hacerlo, yo no era.
¿Cómo te sentiste ante tu gente?
Muy bien, estaba muy feliz. Salí de la Sacristía para iniciar el acto, ver la iglesia llena de mis hermanos, amigos y familia… un lujazo. Estaba en casa, para hablarles a mi gente.
¿Cómo vives el Miércoles Santo, emocionado o nervioso, por sacar a María Santísima de la Caridad?
Pues según van pasando las horas, los sentimientos son muchos. Las horas previas es nerviosismo, pellizco en el estómago, una sensación que no quiero que desaparezca, sería una señal muy negativa.
Quedar con mis hermanos costaleros, en el lugar y hora que nos estipulan… allí y en ese momento, estoy muy contento. Verles a todos las caras, risas, abrazos, anécdotas, calmar preocupaciones de los nuevos, etc.
Durante la Estación de Penitencia, es más bien tensión, lo que siento, que todo esté bien, que ningún hermano se sienta solo, que no se lesionen, meter en la cabeza que venimos a trabajar formales y obedientes para que todo salga bien, subir los ánimos cuando van cayendo los kilos, o no están saliendo las cosas como debiesen…
Y ya, acercándonos al Barrio, lo que siento es paz, rezar por los míos y llegar al templo, hasta el año que viene.
¿Cómo viviste el Rosario Extraordinario de María Santísima de la Caridad?
Por desgracia, por motivos familiares, me fue imposible asistir. Una pena.
¿Cómo llegaste a la Hermandad?
Pues de la mano de Jaime Otero, en otra exaltación, pero en esta ocasión del Sábado de Pasión, cuando no había imágenes y el grupo estaba en la senda de su formación cristiana y poder establecerse algún día como Hermandad.
¿ A qué estuvo dedicada la exaltación?
Bueno, toqué mi experiencia desde que era pequeño en el Barrio y vinculado al entorno de lo que hoy es la Hermandad, mis años en el Señor, ahora en el palio… etc.
Y me despedí con unas palabras para la trabajadera dónde me he criado como costalero, mi Séptima Soberana.
¿Una cualidad tuya?
Eso se lo dejo a mis amigos y amigas… que digan ellos. Jajaja
Un capataz al que admires.
Voy a aprovechar, y aunque pidas uno, te voy a decir dos.
Primero a Raúl Báñez, por su trabajo incondicional y desde el corazón, con nobleza, por hacer una cuadrilla digna y hermana para María Santísima de la Caridad.
Y, segundo, a Teo Jiménez, por darme la oportunidad de volver al Cristo del Amor (mi primera Estación de Penitencia como costalero fue en sus trabajaderas, hace unos 23 años), sin condiciones, me dio mi sitio y lo cuido con cariño. Aprovecho para darle las gracias a los dos, y que me lleve muchos años juntos a ellos.
¿De quién te acordaste en los momentos de la exaltación?
De los que están en el corazón, y no pudieron estar sentados en las bancas. Fue a los primeros que mencioné, pues siempre los tengo presente en mis oraciones.
En tu Exaltación, se donaron productos infantiles, mobiliario infantil y ropa, ¿que te parece este gesto tan bonito de tu parte?
Bueno, yo no hice nada, fueron mis amigos, familia y hermanos que llenaron la iglesia (incluso muchos que no fueron y colaboraron, incluidas las familias de la escuela infantil “El tren de los niños”, centro en el que trabajo), a ellos hay que darles las gracias por no dudar ni un momento en colaborar.
Yo solo aproveché un acto de la hermandad en el que suelen venir muchos hermanos para darle un sentido caritativo bajo el manto de María Santísima de la Caridad. Fue muy emocionante ver como, con un esfuerzo pequeño, se pueden ayudar a familias de Cáritas San Mateo y “El Ropero del Socorro” Solo les puedo estar eternamente agradecidos y ojalá otros exaltadores y exaltadoras cojan el testigo.
Un exaltador con el que te quedes, de los que han exaltado el Miércoles Santo.
Sin dudar, Nacho Jiménez Zamudio, por ser mi amigo desde hace 20 años. Años en los que he vivido mil historias en la Hermandad junto a él, por hacerme partícipe en su creación. Esos momentos de intimidad son irrepetibles.
Un mensaje para todos los devotos del Soberano Poder y de la Virgen de la Caridad y los lectores de Tramo a tramo.
Bueno, seguir la palabra de Cristo, ese senda que nos guía y nos hace ser mejores personas. Seguir el ejemplo del amor más puro, que es el de su madre.
Aprovechar la Cuaresma y la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor para limar nuestras impurezas un años más y ayudar al prójimo con la recompensa de hacer el bien.
Muchísimas gracias a ti